Robar ruedas para El Toro | |
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Juego: | Gangstar 2: Kings of L.A. |
Jefe: | L.C. |
Localización: | West Block, Calle Ventura |
Objetivo: | Robar un auto |
Fallar la misión: | Morir en la misión, ser visto por los enemigos, destruir el auto |
Misión Anterior: | Limpieza |
Misión Siguiente: | De fiesta |
Recompensa: | $2000 |
Robar ruedas para El Toro es el nombre de la octava misión de Gangstar 2: Kings of L.A.
Descripción[]
Esta es la octava misión de historia de Gangstar 2: Kings of L.A., que la da L.C. en la calle Ventura. Al completarla, se desbloquean las misiones de carreras.
Objetivo(s)[]
- No dejarse ver por los vigilantes.
- Robar un auto.
Misión[]
Pedro y Juan van a la casa de L.C. y él les encarga una misión importante: robar una auto para dárselo a El Toro. Ellos se infiltran en un depósito de autos de Los Locos Muertos y, sin ser vistos por los vigilantes, llegan al auto. Cuando se alistan para irse, un vigilante los descubre y trata de detenerlos, pero Pedro enciende el auto y salen de ahí. El Toro se los agradece, dciendo que se lo dará a su novia, y una mujer misteriosa llama a Pedro por medio del teléfono celular para invitarlos a participar en carreras clandestinas.
Diálogos[]
- L.C.: Tenéis que ayudarme a conseguir algo para el jefe. Si sale bien, El Toro nos estará agradecido de por vida.
Pedro y Juan van a la entrada del depósito y ven guardias.
- Juan: ¡Por aquí no! Hay que encontrar otra forma de entrar.
Pedro y Juan usan unas cajas para trepar por una pared y entrar al depósito.
- Juan: Buen trabajo. Rápido, hay que encontrar estas pedazo de ruedas. ¡Cuidado con los vigilantes, P.! Tenemos que evitarlos para llegar al coche y darnos el piro de rositas.
Pedro y Juan evaden a los guardias y llegan al auto.
- Miembro de la Banda: ¿QUÉ DEMONIOS HACÉIS AQUÍ? ¡LARGAOS O VOY A DEJAROS MÁS MOLIDOS QUE EL GUACAMOLE!
Pedro enciende el auto y sale del depósito con Juan.
- Juan: ¡MÁS RÁPIDO, COMPADRE!
Pedro y Juan vuelven a Calle Ventura.
- L.C.: ¡BUEN TRABAJO, GÜEY! Se acabaron los problemas con El Toro. ¡Algún día también nosotros tendremos unas ruedas como esas!
- El Toro: Me han hablado muy bien de ti los de la banda, ¿sabes? Creo que te has ganado un descanso. A partir de ahora, tratarás directamente conmigo. A mi mamasita le encantarán estas llantas.
- Desconocido: ¡Ey, tú! He oído hablar de cómo conduces. Por qué no vienes aquí para un verdadero desafío de conducción. Esta es la dirección. ¡Hasta luego!